14 Si andas por mis caminos, guardando mis preceptos y mis
mandamientos, como anduvo David tu padre, yo prolongaré tus días.»
15 Se despertó Salomón y era un sueño. Entró en Jerusalén y se puso
delante del arca de la alianza del Señor; ofreció holocaustos y sacrificios de
comunión y dio un banquete a todos sus servidores.
16 Vinieron por entonces al rey dos prostitutas y se presentaron ante
él.
17 Una de las mujeres dijo: «Oyeme, mi señor. Yo y esta mujer
vivíamos en una misma casa, y yo he dado a luz, estando ella conmigo en la
casa.
18 A los tres días de mi alumbramiento, también dio a luz esta mujer;
estábamos juntas, no había ningún extraño con nosotras en la casa, fuera de
nosotras dos.
19 El hijo de esa mujer murió una noche, porque ella se había
acostado sobre él.
20 Se levantó ella durante la noche y tomó a mi hijo de mi lado,
mientras tu sierva dormía, y lo acostó en su regazo, y a su hijo muerto lo
acostó en mi regazo.